COLOMBIA AMARGA - ENSAYO

UNA TIERRA PA´ MACHOS.

En vez de leer entre oraciones, frases y palabras que posiblemente no entendamos miremos la realidad, todo está en frente de nuestros ojos, sintámonos parte del mundo real donde dar la espalda es apoyar la necedad, es estar de acuerdo con la injusticia y guardar silencio es ser cómplice. Que no sea necesaria una imagen en el periódico, una noticia en la televisión y menos un rumor para darnos cuenta de lo que se convierte el diario vivir. En lo que se tornan las tradiciones y lo que consigue el poder y la multitud. Bien lo dice una frase. “El gobierno es el rey hasta que el pueblo se revela”. 

¿Es el trabajo fuerte una enfermedad social? 

Cada trabajo requiere compromiso y dedicación y en su práctica diaria se adquieren técnicas que facilitan desarrollarlo. En el llano, no existe el reloj como un compromiso o limitante. El tiempo cada mañana es diferente junto con la luz que describe el amanecer y sus nubes que tornan sus colores y que hacen que todos los ganaderos se levanten casi al mismo tiempo. De inmediato, Se rompe el silencio con el caminar de los jinetes, se cruzan travesías, se descubren atajos, el agitar de la soga en el aire como una rienda de golpe al vacío pone las reses en alerta y de inmediato en movimiento; el cabestrero toma su posición adelantada, los culateros y orejeros en forma de “U” cierran el rodeo… empieza la marcha. El trabajo del llano; un día de luchas bajo la lluvia y la espera de ver salir el sol para que caliente y todo se seque más rápido junto con la gota fría de sudor humano derramada por el cansancio tras la búsqueda del pan diario bajo el propósito y la costumbre de aumentar las producciones, llenar los mercados y armonizar el espíritu, el alma del cultivador, del ganadero, del agrícola llanero; Que hoy por hoy, más que un silencio casi pasa a ser desconocido. “TIERRA PA’ MACHOS” crónica narrada en los Llanos Orientales, describe una variedad de actividades que se desarrollan de manera complicada y requerimiento de practica haciendo énfasis al trabajo con reses correspondiente a la reunión de la totalidad de las reses en corrales y cambio de pastales, en que muchas despiertan llenas de rabia y baba de agonía, otras en cambio escapan antes de ser acorraladas con gestos de furia y se eximen por ese momento del proceso de matarlas , pues luego entre todos atan sogas a su cuello y con dolorosos tirones la regresan a su destino. Pero no solo las reses padecen el dolor. Cuando se dan márgenes de error para lo cual no hay cabida, los jinetes reciben corneadas y patadas de reses enfurecidas que hieren fuertemente sus cuerpos pero que a pesar del dolor el llanero parece atado a un extraño estoicismo donde “lamentarse es sólo para las mujeres” y seguramente es esta también la razón por la cual no exponen nada para mejorar sus garantías su reconocimiento y hacer valer sus derechos, sus tierras, sus actividades, su labor, una labor que da sus mayores frutos tres temporadas por año, y aún más considerable si es bajo la lluvia, pero para nadie conviene que llueva mientras realiza sus actividades por ello se tiene fe a la oración “Con dos te miro y con tres te espanto, con la palabra de Dios y del Espíritu Santo; en ella piden que no llueva y pues así poder realizar todas sus labores, dar por terminado el rodeo, enviar al mercado y llevar sus cansados y agotados cuerpos a reposar en hamacas para retornar al siguiente día.

Hay que advertir que no se ha hecho mucho por el trabajo llanero, que los campos cada vez son más los que quedan solos, abandonados por gusto o fuerza mayor representada en los documentos sin valides que relacionan una violencia, una política o una injusticia de características y motivaciones bien diferentes. No se sabe si deliberadamente o por caprichos.

Esto nos tiene que llevar a pensar en que no se trata de administrar tierras, se trata de dar a sus mayores usuarios los agricultores y ganaderos apoyo y recursos necesarios para que la trabajen con alegría y sientan el respaldo de quienes en alguna forma también satisfacen necesidades y adquieren beneficios que no se ven simplemente reflejados en los mercados.

“No es pa´ muchos. Es pa´ machos”.

COLOMBIA AMARGA

German Castro Caicedo